domingo, 15 de julio de 2012

¡Bienvenidos a la naturaleza!


Desarrollo conceptual

Los parques naturales de los países de cultura occidental se han convertido en el mejor ejemplo de la conversión de la naturaleza en un parque temático. Supuestamente son espacios dónde poder disfrutar de un entorno natural y salvaje conservado tal y cómo es, lugares dónde reencontrarnos con esa naturaleza perdida, sitios dónde se ha procurado que el ser humano tenga un impacto lo más reducido posible. 

Pero desde mi punto de vista muchos de estos puntos son falsos, los parques naturales son lugares dónde el hombre ha creado y modificado un entorno para que este parezca lo más natural posible, pero en el fondo no son más que construcciones humanas, hechas a medida del ser humano. No hay más que ver cuantas especies peligrosas para el hombre se han reintroducido en estos parques, cuantas carreteras o líneas de alta tensión se han derribado por pasar por una zona protegida o cuantas poblaciones se han desalojado por el mismo motivo.

Si nos fijamos en todos los parques sólo crecen las plantas que se quiere proteger, son cómo jardines botánicos puestos en la localización, dónde no crecen malas hierbas ni arboles más comunes al resto del territorio. Lo que hemos hecho es darles un valor añadido para que visitarlos tenga un interés particular, pero ahí es donde reside el problema, no hemos creado o reservado esos espacios para conservar la naturaleza tal y cómo es si no para que nosotros podamos disfrutar de ella con todas las comodidades actuales.

Todos los parques naturales que he visitado durante la realización de este proyecto contaban con un aparcamiento situado a menos de 5 minutos a pie de los primeros miradores, todos contaban con una extensa red de infraestructuras para facilitarnos la visita, pasarelas, puentes, túneles, miradores, casetas de observación de aves o zonas para hacer picnic. Por no hablar de toda la señalética, todos los caminos y rutas están marcados para que perdernos sea imposible, todas las especies de arboles están descritas en el lugar al igual que toda la fauna animal.
Poco queda ya de los parques naturales fotografiados por Ansel Adams, ese concepto se ha pervertido para convertirlo en un producto de consumo que atraiga a las masas y su dinero.
Por otra parte no pretendo criticar la voluntad de conservar la naturaleza pero creo que es necesario evidenciar esta necesidad del ser humano de controlar todo el entorno y sobretodo de convertirlo en algo productivo.

Borja Ballbé